Finalmente se llegó el día que tanto estabas esperado y al mismo tiempo, que tanto estrés te ha causado. Sin lugar a dudas, el día de la mudanza puede ser uno de los más estresantes, por ello te brindamos esta guía para que esa fecha sea tan emocionante, fácil y divertida como debería de ser.
Mudarse ocasiona sed y hambre
Cambiar de domicilio no solo te puede causar mucha sed, sino también mucha hambre y como el refrigerador deberá ser desconectado y vaciado, y la cafetera seguramente estará empaquetada, no tendrás muchas opciones a la mano.
Asegúrate de poner previamente botellas de agua o refrescos en una hielera portátil y de preparar sándwiches o bocadillos. Si lo prefieres pon en un termo café o té. Esto te ayudara a sobre llevar la mudanza
No olvides colocar algunos platos, vasos y cubiertos en un lugar especial, en tu cocina y notificar al personal que tu llevaras esto en la cajuela o algún otro sitio donde puedas acceder a ella con facilidad.
El orden y la organización es la clave
En caso de que hayas decidido contratar los servicios de una empresa de mudanzas para ese día, no dejes de proveerles un plano de tu nueva propiedad para que sepan exactamente a dónde llegar, cómo y en qué habitación colocar las cajas y los muebles al momento de descargar. Por ello es muy importante colocar la ubicación de cada caja así como su contenido
También cerciórate de que puedan tener acceso a tu nuevo hogar, en ciertos lugares puede haber restricciones de horario, no dejes que eso te tome desprevenido y tengas que pagar estadías a la empresa de mudanzas contratada
Llego la hora de dormir
La labor de mudarse es agotadora y lo más seguro es que al final del día solo querrás una noche de descanso. Coloca tu ropa de cama y las pijamas de toda la familia en una caja marcada de manera especial para su fácil ubicación, de esa manera podrás tenerlas a la mano en esa primera noche en tu nuevo hogar.
No se te vaya a olvidar incluir toallas y una muda de ropa para que puedan tomar una ducha, pues podría ser un día lleno de trabajo y polvo
No seas el primero en salir
El día de la mudanza permanece en la vieja casa, hasta que el último objeto haya sido embalado y subido al camión de tu mudanza. Es tu responsabilidad asegurarte de que todas tus pertenencias se vayan contigo. Haz una última revisión antes de tomar el camino a tu nueva vida.
Cuida tu mudanza
Otro aspecto importante es llegar a un acuerdo acerca de la protección y cuidado de tus muebles con la empresa de mudanza contratada o con la persona que esté al frente del proceso, incluso es recomendable tomar fotografías del mobiliario para respaldar tu reclamo en caso de cualquier daño durante el transporte.
Comunicación durante el proceso de tu mudanza
El día de la mudanza es de suma importancia que tengas 100% cargado el celular, un teléfono sin batería no sirve en estos casos cuando las llamadas de último momento están a la orden del día. La empresa de mudanza intentará localizarte en caso de que se presente algún inconveniente y necesita tener comunicación constante.
Mudanza personal
Mantén llaves y documentos personales e importantes siempre en tu poder, nos referimos a escrituras o documentos de propiedad, pasaportes, licencias de conducir y actas de nacimiento. Nunca los pongas en las cajas que se van en el camión.
Antes de salir de tu antiguo hogar comprueba que el gas, la luz y el agua estén cerradas, así como las ventanas y puertas. Nunca sabes lo que puede ocasionar un descuido, aun cuando ya no haya objetos de valor dentro.
Al llegar a tu destino
Revisa que todos los servicios estén funcionando al 100% así como los muebles y accesorios que se subieron lleguen a tu nueva casa en buen estado y en su totalidad. Si llegara a faltar alguno, ponte en contacto con el responsable de la empresa de mudanza.
En caso de que encuentres algún fallo en la propiedad que no hayas detectado en la inspección, hazlo saber al vendedor en la primera oportunidad.
Toma las lecturas del medidor de agua, luz, gas, calefacción y todo lo que encuentres antes de comenzar a usarlas, de esa forma podrás familiarizarte con su funcionamiento.
Si decidiste desempacar tú mismo, hazlo hasta el día siguiente, por ahora descansa, destapa la botella de champán cerveza o el vino de tu elección y haz un brindis por tu nuevo hogar.
