Toda mudanza ya sea de casa o de oficina, necesariamente requiere que haya un desarmado de muebles para que éstos quepan por las puertas y poder manipularlos a la entrada y salida de los inmuebles. Sabemos que a pesar de que las puertas o ventanas sean muy grandes, resulta casi imposible pasar el mueble del comedor o un librero sin tener que desmontarlo en partes, es por ello que para que no resulte una mudanza pesada y desastrosa con respecto a este tema, te damos unos prácticos consejos que seguro harán del tema algo más organizado.
En primera instancia, en cualquier espacio cerrado es evidente el mueble o los muebles que se deben desarmar, es por ello que lo primero que tienes que hacer es identificarlos y vaciarlos completamente, y posteriormente preparar bolsas, etiquetas y un marcador, así como los instrumentos necesarios para el desmontaje.
Una vez que se comience con el desarmado te recomendamos colocar en bolsas los tornillos, tuercas, pernos, etc., escribiendo la cantidad que hay, el mueble al que pertenece y la parte del mueble al que pertenece; si te resulta más fácil otra herramienta útil podría ser tomar fotografías antes y durante el desmontaje para que cuando los muebles lleguen a su destino final sea más rápido el armado al mirar las imágenes. Es importante que antes de trasladar cualquier mueble o pieza, te asegures de que esté perfectamente emplayado y protegido para evitar que se maltrate en el camino.
Con la finalidad de que la mudanza sea mucho más ordenada y rápida, de forma previa es importante realizar una limpieza general del establecimiento y por supuesto de los muebles aprovechando que están por partes, para los muebles en particular trata siempre de usar un trapo seco o bien ligeramente húmedo para evitar que éstos se rayen o manchen.Cuando los muebles llegan a la nueva casa, edificio o establecimiento, llegarán muchos de ellos en partes; por lo cual es recomendable separar las piezas e identificar las bolsas de tornillos que etiquetamos previamente para cada mueble. A partir de allí lo recomendable es armar de mueble en mueble, es decir no querer armar todos a la vez en un mismo espacio porque es muy probable que se puedan llegar a confundir los tornillos y demás.
En caso de que el mueble sea muy grande te recomendamos que lo lleven directamente a donde será su lugar fijo para que el armado sea ahí mismo y no haya necesidad de moverlo después.
Es importante que antes de realizar este procedimiento tomes las medidas de los muebles y de los nuevos espacios donde planeas ponerlos a fin de evitar estar manipulándolos y maltratándolos para moverlos de un lado a otro porque no caben donde los habías pensado. Otro aspecto importante a considerar es que cuando tú o la empresa contratada estén armando los muebles no haya niños pequeños pues puede ser peligroso cualquiera de estos objetos.